6 de octubre de 2014 

Despierto y lo primero que hago es observar por la ventana, han pasado nueve años y la casa vuelve a ser tan silenciosa. Es un día triste pero no me puedo dar el lujo de estarlo, tengo muchas cosas por terminar. Salgo al patio y veo que las moscas te han encontrado antes que yo, en el suelo quedan solo las marcas de tu sufrimiento y un cuerpo que comienza a pudrirse. Entonces decido lavar, secar y envolver tu cuerpo con ropas viejas para preservarlo hasta que caiga la tarde para poder salir con mi hermana, mi prima y un amigo a enterrarte. Para ello solo un lugar pasa por mi mente: el sitio donde seis meses antes cavaste un pozo mientras te tomaba fotografías. Es un acto simbólico que no tengo muy claro, pero siento que es necesario, así que con pala en mano termino de escarbarlo por ti, como un círculo que debe ser terminado.